Serendipia, descubrimientos por casualidad

Serendipia, descubrimientos por casualidadEmpecemos viendo un ejemplo muy conocido de serendipia. Cuando Cristobal Colón puso por primera vez un pie en América, él pensaba que había llegado a la India, que es lo que estaba buscando, pero realmente había hecho por error, el mayor descubrimiento de la época. Descubrir cosas de manera afortunada y sin pretenderlo, cuando se busca otra cosa, es lo que se llama serendipia, y la historia está plagada de estas casualidades.

El término serendipia, del inglés «serendipity«, fue usado por primera vez por Horace Walpole en 1754, que lo sacó de un cuento tradicional persa llamado «Los tres príncipes de Serendip«. En ese cuento, los protagonistas que eran príncipes de la isla de Sri Lanka (cuyo nombre en persa es Serendip), solucionaban sus problemas a través de extraordinarias casualidades. Hoy en día, esta antigua palabra suele utilizarse la mayoría de las veces como un sinónimo de casualidad.

Las serendipias pueden basarse en errores que dan lugar a algo mejor, momentos de inspiración fortuitos, o sueños en los que se presenta la solución a un problema. Algunos ejemplos famosos son: la penicilina, los post-it, el principio de Arquímedes, la viagra, la molécula de benceno, la estructura del átomo de Bohr, el nylon, los rayos X, el LSD, la tabla periódica, el dulce de leche, la seda…