San Zhi se sitúa, entre dos ciudades, en la costa norte de la Isla de Taiwán, como una ciudad fantasma y olvidada, aunque por sus dimensiones se diría que es una urbanización, a la que, a día de hoy, no se sabe muy bien qué le sucedió, pero dos son las teorías que contemplan.
La primera, en la década de los años 70 una empresa promotora de Taiwán comenzó a construir este complejo de vacaciones con estética y diseño completamente futurista para compradores adinerados. Durante las obras un tifón arrasó toda la zona provocando la destrucción y consiguientes pérdidas en los promotores que se declararon en bancarrota y por lo tanto abandonando el proyecto. Se extendió la leyenda de que murieron docenas de trabajadores en sus primeras semanas de trabajo, con lo que se ganó el calificativo de maldito para construirlo y para vivir allí.
Otra versión es que a principios de los ochenta, los obreros escuchaban y veían a sus compañeros fallecidos como fantasmas. Esta teoría ha tomado fuerza entre los taiwaneses y por ello no se derriba nada, por temor a represalias de los fantasmas sobre aquellos que derriben el lugar.