
Todo lo que sabemos de los Reyes Magos, es discutible, pero no porque lo diga el Papa, sino porque no hay nada claro desde las referencias.
Primero, que fueron tres reyes lo fijó el Papa León I en el siglo V, pero los armenios suponen que fueron doce y hay teorías que hablan de un cuarto rey, Arbatán que no llegó a Belén.
Los nombres que conocemos aparecen por primera vez en el siglo VI en un mosaico bizantino de la Iglesia de San Apolinar de Nuovo en Rávena, Italia. Tienen su equivalencia en las lenguas griega, persa y hebrea.
La procedencia es muy discutida, se ha aceptado siempre que los Reyes Magos son de Oriente (Evangelio San Mateo 2, 1). Benedicto XVI interpreta el salmo72, 10-11, en el que se dice Tarsis correspondiendo a Tartessos, establecidos en el sur peninsular. La clave parece estar en el término magoi que según se interprete iremos a un lugar u otro. De Persia, si magoi se asocia a medos y persas que así se representaban al principio. De Babilonia o Caldea, ya que entre ellos se despertó un gran interés por la astrología. De Arabia o Siria, en función de los regalos y las reseñas en el Salmo 72, 10-11 y en Isaías 60, 6, ambos del Antiguo Testamento y en el Evangelio de San Mateo del Nuevo Testamento. Además hay otras interpretaciones en los Evangelios Apócrifos.