En 1981, apareció un videojuego llamado Polybius. Éste consistía en pilotar una nave y disparar contra los enemigos. El videojuego tenía muchos efectos de luces y colores chillones, lo que al parecer provocaba mareos, vómitos y hasta ataques epilépticos. También se decía que Polybius, a través de mensajes ocultos, incitaba a la apatía y al suicidio.
En 2006, un hombre llamado Steven Roach, al parecer emparentado con el proyecto, dijo que se creó el videojuego desconociendo los daños que podía provocar a los jugadores, por lo que ante esta situación, decidieron retirar el juego del mercado. Pero en 2009, Duane Weatherall, un periodista, entrevistó a Roach descubriendo que la historia era falsa. La web snopes.com también desmintió el mito.