Morir de risa

La risa se considera beneficiosa para la salud, hasta el punto de usarse como «terapia» (risoterapia) para ayudar a enfermos a sobrellevar su estado, o luchar contra la depresión, por ejemplo. Pero la risa de vez en cuando se cobra alguna vida.

Entonces, ¿se puede morir de risa?, más o menos. La muerte de la persona por risa, se produce realmente por la gran subida de pulsaciones cardíacas o la falta de oxígeno, asociadas a reirse descontroladamente. A lo largo de la historia se han producido muchas muertes de risa, pero vamos a repasar algunas de las más recientes.

1975, Alex Mitchell, un inglés de 50 años está viendo la serie «The goodies» en su sofá cuando empieza a reirse sin poder parar. 25 minutos más tarde, su corazón no lo soportó más y murió.

En 1989, el otorrinolaringólogo danés Ole Bentzen corrió la misma suerte, pero esta vez el «verdugo» fue la película «Un pez llamado Wanda«.

Y por último, el más misterioso. Es el caso de Damnoen Saen-um, que en 2003 murió de risa mientras dormía. Su mujer, aunque lo intentó, fue incapaz de despertarle, para preguntarle qué era tan gracioso.