
No siempre los niños han vestido de azul y las niñas de rosa, pero ¿cómo heredamos esta costumbre? Hay varias teorías que lo explican. Antes del siglo XX, los niños vestían de blanco indistintamente. Algunas interpretaciones muestran que el azul estaba asociado a las niñas por ser el color propio de la Virgen, las santas y las princesas, mientras que el rojo era propio de los niños, asociado a reyes, emperadores y Jesucristo.
Según Desmond Morris, sociólogo inglés, esto siempre fue así, ya que en algunas culturas el azul tenía connotaciones protectoras, ahuyentativas mientras que el rosa se asociaba a la tierra, salud o vida.
¿Pero a qué se debe ese cambio? No se sabe muy bien. Sí parece cierto que fue en el siglo XX y con la llegada de las guerras mundiales, en las que el azul se asoció a las fuerzas de marina y aire y así se vinculó al hombre. Por oposición el rosa quedaría para la mujer. La moda de los trajes de marinerito en los niños y el rosa, -nuevo tinte del rojo y más barato- quedó para las niñas como símbolo de delicadeza.
Otras razones son, la influencia del Impresionismo con los tonos pastel, (azul cielo y rojo degradado -rosa-) o la aparición del mercado de masas según el sociólogo Philip Cohen.