Según La Ilíada, cuando el gran Aquiles, hijo del rey Peleo, luchó en la batalla contra Troya, iba acompañado de un grupo de valientes soldados a sus órdenes llamados los Mirmidones. Su padre Peleo, era rey de estos mirmidones, cuyo nombre proviene del griego «hormiga«, pero el origen de estos hombres no está claro. Hay varias teorías.
Por un lado, según Homero, podrían ser descendientes de un rey llamado Mirmidón, que a su vez era descendiente de Zeus y la princesa Eurimedusa, a la cual conquistó transformándose en hormiga, y de ahí su nombre.
Según Estrabón, ellos mismos se hicieron llamar así porque para poder arar sus tierras, los mirmidones tuvieron que retirar muchas piedras de sus campos, formando largas cadenas humanas para pasárselas unos a otros.
Por último, Ovidio tiene su propia historia. Según él, la isla de Egina quedó despoblada por una plaga de peste enviada por Hera, que estaba celosa porque su marido Zeus amaba a la nifa Egina (de quien tomaba la isla su nombre). El regente, Éaco, rezó a Zeus para que repoblara su isla de nuevo, y Zeus aceptó convirtiendo en humanos unas hormigas que trepaban por un roble junto a Éaco.