La Torre de Londres es un famoso castillo construido junto al río Támesis en pleno centro de Londres. Es oficialmente el Palacio y Fortaleza de su Majestad, aunque a decir verdad, la reina de Inglaterra no reside allí. Pero quien sí lo hace es un grupo de cuervos que velan por la seguridad de de la Corona Británica, ya que si ellos no estuviesen, sería el fin.
Al menos eso dice una antigua leyenda, según la cual, si estos cuervos abandonasen los muros de la White Tower, el edificio cuadrado que se encuentra en el centro del palacio, éste se desplomaría, Inglaterra sufriría un gran desastre y la monarquía sería destruída para siempre. Para evitar este terrible desenlace, desde hace siglos se miman a estos cuervos como a auténticos señores para que no se vayan, siendo alimentados y cuidados por uno de los guardias de la torre llamado «Ravenmaster«. La profecía exige que haya 6 cuervos, pero en realidad hay alguno más «de repuesto«, y los que mueren también se reemplazan.
Nada se deja al azar, y si por si acaso todos estos cuidados no fuesen suficientes, el Ravenmaster también se encarga de recortar las plumas de sus alas para impedir que puedan volar demasiado lejos.