Las plañideras que guardaban sus lágrimas

El origen de las plañideras se remonta al antiguo Egipto. Durante el velatorio estas mujeres, que solo eran contratadas para llorar en entierros de personas ricas, iban recogiendo sus lágrimas en un vaso, llamados lacrimatorios, para luego introducirlos en la urna funerarias junto a las cenizas del difunto como símbolo de respeto y amor. También mostraban su dolor de una manera frenética: gritando, echándose tierra sobre el cuerpo, arrancándose el pelo e incluso golpeándose en el pecho.

En la actualidad siguen existiendo plañideras y se las pueden ver llorando (y solo llorando) detrás de algunas procesiones de Semana Santa en España.