La verdadera profesión de abogado del diablo

La verdadera profesión de abogado del diabloAl discutir con alguien, utilizamos la expresión «voy a hacer de abogado del diablo«, cuando vamos a defender una opinión que aunque no es necesariamente la nuestra, contradice a la persona con quien hablamos. Así ayudamos a la otra persona a tener en cuenta todos los apectos del problema que se discute. La expresión abogado del diablo tiene por lo tanto, un sentido figurativo, pero los abogados del diablo existieron realmente en un sentido más literal.

Fue en el siglo XVI durante el papado de Sixto V, cuando se instauró la figura del promotor de la fe, que se encargaba de ser la parte más crítica en los procesos de beatificación. Se trataba de un clérigo doctorado en derecho, cuyo papel fundamental era defender la autenticidad de las virtudes y méritos del candidato a beato o santo. Pero al exigir un cierto nivel de credibilidad en las pruebas, daba la impresión de estar en contra de la Iglesia, por lo que se le conocía más comúnmente como el abogado del diablo.

Este oficio fue eliminado en 1983 por el papa Juan Pablo II, cambio que facilitó los procesos de canonización y beatificación, y disparó su número. Durante el siglo XX se produjeron 500 canonizaciones y 1300 beatificaciones, frente a las 98 canonizaciones antes del cambio.