Los condenados a pena de muerte en algunos estados de USA pueden pedir cualquier cosa en su última comida… siempre y cuando no supere un presupuesto entorno a 20/40 dólares. Deben ser comidas que puedan ser fácilmente adquiridas en la localidad. La más solicitada es la hamburguesa con patatas. Aunque no siempre las peticiones del último menú son cumplidas a rajatabla. Por ejemplo, en una prisión de Texas un condenado solicitó 24 tacos mexicanos y sólo le llevaron 4. También está prohibido pedir alcohol para evitar conflictos en el último momento.