A finales del siglo XIX en una excavación del Valle de los Reyes, se descubrieron 40 momias de faraones egipcios. Una de ellas pertenecía a Ramsés III, pero la que llamaba más la atención era otra enterrada junto a Faraón. El desconocido hombre E, era una momia perfectamente conservada, de un hombre joven atado de manos y pies, y que tenía una misteriosa expresión de insufrible dolor.
Se desconoce quién pudo ser y cómo murió, pero existen varias hipótesis: la más aceptada es la que cree que fue uno de los hijos traidores de Ramsés III, Pentawer o Pentewere, y condenado a morir (supuestamente obligado a tomar veneno) por el intento de asesinato de su padre, el Faraón, ya que pretendía usurpar el trono. Otras hipótesis señalan que pudo ser un miembro de una dinastía rival, sacrificado con tal dureza que su expresión de dolor quedó reflejada para siempre, o un gobernador egipcio muerto de manera violenta en el extranjero, y devuelto a su tierra para poder ser enterrado.
De cualquier modo el misterio de la momia agonizante, la única descubierta con tal expresión de agonía y dolor, parece ser que perdurará para siempre.