La luna y sus dueños terrícolas

La luna y sus dueños terrícolasEn 1954 un abogado chileno, llamado Jenaro Gajardo Vera, reclamó la luna como suya, en una noche en la que observándola se dio cuenta que no tenía dueño. A la mañana siguiente fue a un notario a registrarla en propiedad, alegando que el satélite de la tierra pertenecía a sus antepasados. El notario comprobó que tal terreno no era de nadie, por lo que aprobó como legal aquel trámite. Antes de fallecer Vera, legó la luna en su testamento a la humanidad, y se cree (aunque es algo poco probable) que el presidente de USA Richard Nixon, le pidió permiso en 1969 para que el hombre pudiera pisar por primera vez la luna. A finales de los años 70, y después de este caso, la ONU creó el Tratado del Espacio Exterior, el cual, entre otros puntos, prohibía a cualquier gobierno o nación apropiarse o comprar objetos más allá de la Tierra.

Pero un empresario estadounidense, Dennis Hope, encontró un vacío legal en dicho tratado y consiguió adquirir la luna, en los 80, al representar él una empresa privada y no una nación o gobierno. Es en la actualidad, el dueño legal del satélite y a través de su empresa, Lunar Embassy, vende parcelas lunares (cuyos clientes son actores famosos o ex-presidentes) a 20 dólares por cada 4000 metros cuadrados, estimándose sus ganancias, hasta el momento, en más de 9 millones de dólares.