La histeria se curaba con sexo

 La histeria se curaba con sexoLa histeria se consideró desde la antigüedad que era un desorden exclusivo de la mujer, ya que la etimología de la palabra nos remite al útero. Después de la idea, un tanto exótica, de los griegos de que el útero se movía libre por el cuerpo femenino, esta “enfermedad” no fue tratada como tal hasta el siglo XIX. Durante la Edad Media se aconsejó a los hombres satisfacer más y mejor a sus mujeres, y a las solteras que se casaran o que las «aliviara» una comadrona.

Fue en el siglo XIX con la especialización y el auge de las ciudades, cuando más se estudió la histeria. Entonces, era normal que el médico tuviera que aliviar a la paciente mediante masajes en el clítoris para alcanzar el orgasmo. Pero era difícil dominar la técnica y los doctores se cansaban, puesto que podían pasar horas en ello y derivarlas a comadronas era perder dinero. En Londres las consultas más importantes tenían modelos de mesa funcionando a vapor. Pero la falta de tiempo y la búsqueda de comodidad hizo que se comenzaran a producir aparatos para proporcionar estos masajes. Desde el tradicional espéculo, también métodos hidroterapeúticos (masajes con burbujas) y ya con la invención de la electricidad llegaron los primeros vibradores, pero eran menos seguros que los de ahora.