Cuando llega el verano, mucha gente sueña con poder pisar la fina y arena blanca de las playas tropicales, para eliminar el estrés de todo el año. Esta imagen tan idílica, perdería su encanto si se supiera cómo se forma la arena blanca de estas playas de arrecife, típicas del Caribe. Y es que está formada, principalmente, por el excremento de un pez: el pez loro.
Los escáridos, o peces loro, se alimentan de algas que se encuentran adheridas a los arrecifes de coral, por lo que tragan trocitos de estos, pero que al no poder metabolizarlos lo terminan defecando en forma de caliza granítica. Son muy voraces, así que siempre están expulsando el coral, de esta manera se estima, que un solo pez loro puede producir al año una tonelada de excrementos, que junto a plantas marinas, restos de conchas y roca erosionada conforman la arena de las playas.
De cualquier manera, no significa que toda la arena blanca de las playas tropicales procedan de los excrementos del pez loro, pero sí se cree que son responsables del 70 % de esta arena. El 30 % restante proviene de sedimentos arrastrados por los ríos hacia el mar.