Se trata de una celebración judía de 8 días, cuyo nombre es Hanukkah o Jánuca, y que se celebra cada año entre finales de noviembre y finales de diciembre. Es precisamente por estar cercana a la navidad cristiana, por lo que suele compararse con ella, pero realmente no tienen relación.
Durante el Siglo II a.C., el pueblo de Israel estaba en manos helenas, y sufría opresión religiosa. Cuando la crispación se hizo insoportable, un grupo de judíos liderados por Yehudá Macabí (llamados Macabeos por esta razón) se revelaron contra las tropas griegas, alcanzando la victoria en condiciones de clara inferioridad. Jánuca es la conmemoración de esta milagrosa victoria.
Justo después de obtener su independencia, los judíos acudieron al Templo de Jerusalén, y lo encontraron profanado y con el Menorá (un candelabro ritual de 7 brazos) apagado. Al volver a encenderlo, descubrieron que tenía muy poco aceite, pero aunque solo debería haber durado 1 día, la llama permaneció encendida los 8 días que tardaron en conseguir más. Esto fue considerado como un segundo milagro, y se representa en la celebracion, con un candelabro de 9 brazos llamado Januquiá, que consta de un brazo central para la llama piloto, llamada Shamash, más 8 brazos, uno por cada día que estuvo la llama encendida.