Esquilo era un noble de la región griega de Ática. Se le considera uno de los padres de la tragedia griega. Además de dramaturgo, fue soldado y luchó contra los persas en las batallas de Maraton y Salamina, hecho por el que se le recuerda en su epitafio y no por su obra teatral.
Según Esquilo un oráculo predijo su muerte y ésta sería aplastado por una casa, por lo que decidió vivir fuera de su casa por el peligro a que se le viniera encima y muriera. Se marchó a Gela, Sicilia, y allí un día el oráculo cumplió su vaticinio: un águila había atrapado una tortuga y creyendo que la cabeza de Esquilo era una roca la dejó caer para romper el caparazón, matando en el acto al dramaturgo.