Galletas, un alimento milenario

Galletas, un alimento milenarioEl término galleta se tomó del francés galette que era parecida a una crepe plana muy común en el siglo XIII. Aunque en realidad el origen de la galleta se remonta hasta diez mil años atrás, cuando nuestros antepasados nómadas descubrieron que dando calor a una pasta de cereales tomaba una consistencia similar a la del pan y se transportaba con facilidad. Se han encontrado galletas envueltas, en un yacimiento en Suiza con seis mil años de antigüedad.

Los romanos, la llamaron bis coctum  (de aquí vendrá biscuit) que significa «dos veces cocido», en alusión a su poca humedad comparada con el pan o un pastel. Las ablandaban mojándolas en vino. Además de Roma, todos los grandes pueblos de la antigüedad (persas, egipcios, griegos…) utilizaron cereales cocidos para soportar largos días de camino o travesía y para el combate, por lo que era considerado un alimento propio del vulgo.

Con el tiempo fueron más nutritivas, con rellenos, cambiaron de forma, etc. sobre todo, con la llegada del Renacimiento, momento en el que los Medicis la introdujeron en la corte, la acompañarían con chocolate caliente –recién descubierto- y se convirtió también, en un alimento para el placer. Tanta variedad dio lugar a multitud de recetas que se extenderían por la geografía y en el tiempo, ya que algunas las disfrutamos hoy, aunque con un proceso de elaboración más refinado y mejorado.