
El 2 de enero de 1492 se produjo la capitulación del reino de Granada, finalizando así la mal llamada Reconquista de la Península Ibérica de manos de los Reyes Católicos sobre los musulmanes. En dicha ciudad se sigue celebrando actualmente este acontecimiento.
El nazarí era el último reino musulmán en el siglo XV, abarcaba más extensión de lo que hoy es la provincia de Granada. Boabdil, apodado “el Chico” por los cristianos y “el Desventurado” por los musulmanes, con la ciudad cercada, decidió renunciar al enfrentamiento y sobre las tres de la tarde entregaba las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.
A medio camino entre la verdad y la leyenda se sitúa aquella frase atribuida a su madre Aixa y que, se dice, pronunció en lo alto de una colina, justo cuando su hijo lloraba al volver sus ojos sobre la ciudad perdida “llora como mujer, lo que no supiste defender como hombre”. Ese monte desde entonces se conoce como El suspiro del moro.
Parece que desde niño le persiguió un negro presagio, un astrólogo y adivino de la corte anunció que sería el último rey de Granada y entre sus manos la media luna se convertiría en cruz.