En 1972 el grupo de música británico, Deep Purple, grabó su mítico concierto Made in Japan en Tokio. Cuenta la leyenda que en el minuto 9:44 segundos de la canción Child in time, un espectador japonés se descerrajó un disparo en la cabeza, argumentando los testigos que su último deseo era oir la canción en directo. Otros llegaron a afirmar que lo hizo sobre el escenario.

No hay ningún tipo de constancia que así fuera. No hay documento gráfico que lo avale, la prensa no se hizo eco, e incluso los propios miembros de la banda dijeron que no se dieron cuenta de nada. Los más excépticos opinan que lo que se oye es el chispazo de un cable, la caída de un micrófono o la rotura de una cuerda de algún instrumento. Lo más siniestro que se cuenta es que al finalizar el concierto se encontró un cadáver y de ahí que surgiera la oscura leyenda.

Fuente: Audio original de la interpretación de Child in time en Made in Japan.