El SS Eastland fue un barco que poesía todas las medidas de seguridad posibles, y disponía de un gran número de botes salvavidas; todo ello era debido al miedo que ocasionó la tragedia del Titanic, ocurrida unos años atrás. Pero aún así seguía teniendo infinidad de errores en su diseño.
Este barco era demasiado alto y pesado y su centro de gravedad era muy elevado, además una serie de incidentes previos al desastre definitivo, hacían presagiar que el SS Eastland no tendría un final feliz. El día de su inauguración, los pasajeros invitados causaron tal sobrepeso, que el agua empezó a filtrarse por los camarotes, otro incidente fue un motín que se originó entre la tripulación; y el último infortunio, fue que la popa del barco fue destruida por el choque con un remolcador.
Una mañana, y aún atracado en el puerto, el barco empezó a desnivelarse por babor, debido al sobrepeso de los botes salvavidas y a los muchos pasajeros que transportaba, cuando justo en ese momento se disputaba una competición de canoas, lo que llevó a que muchos pasajeros fueran hacía babor para poder verlo. Entonces el SS Eastland se dio la vuelta sobre un lado y naufragó, llevándose hacia el fondo un total de 845 víctimas mortales.