Rapunzel era princesa, tenía el pelo largo y rubio y era protagonista de un cuento de los hermanos Grimm, pero también es el nombre del conocido como Síndrome Rapunzel en psicología, que se relaciona con comer pelo.
La enfermedad se conoce como tricofagia, la primera mención es en la literatura en 1885, dos años después lo constató la psicología como trastorno. A nivel mundial solo lo padecen entre el 0,6 y el 1,6% de la población. También se relaciona, con la tricotilomanía, que es el hábito de arrancarse compulsivamente el pelo o el vello del cuerpo. Se calcula que el 30% de las personas que tienen este hábito derivan en la enfermedad. Normalmente está causado por estados de alto nerviosismo, depresión o ansiedad. Pero el estado en el que se ingiere es justo en momentos de tranquilidad, como antes de dormir, y sin que el individuo sea consciente de lo que está haciendo.
Los síntomas son notorios y amplios, desde náuseas, vómitos, tensión abdominal entre otros. Además es posible que se forme una bola de pelo en los intestinos, conocida como tricobezoar, que no puede digerirse por lo que exige una operación para extraerlo.