El látigo, que es un invento chino, es capaz de romper la barrera del sonido. Es el objeto más antiguo creado por el hombre que tiene esta capacidad.
En un latigazo, la punta puede adquirir una velocidad considerable. El brazo que agita el látigo genera una cierta energía cinética en forma de onda y ésta se propaga hasta la punta. Como el lágito es cada vez más fino, a medida que ésta onda se mueve tiene que desplazar menos masa. Esto hace que la velocidad aumente, pudiendo incluso llegar a superar la velocidad del sonido y provocar su característico chasquido.