En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán organizó un partido contra un equipo de jugadores ukranianos llamado FC Start. La idea era congraciarse con los pueblos ocupados, y de paso mostrar su superioridad. Aunque les salió mal la jugada, ya que el partido lo ganó el FC Start por 5 a 1. Como esto era inaceptable, propusieron una revancha para el 9 de agosto. Pero esta vez amenazaron a los ukranianos de lo que les podía pasar si volvían a ganar.
Antes del Partido de la Muerte, los jugadores del FC Start, en vez de hacer el saludo nazi, se llevaron la mano al corazón y gritaron «larga vida al deporte«, indicando que no iban a responder ante la amenaza. Todo pintaba mal para los ukranianos, incluso el árbitro era un agente de las SS. Sin embargo, consiguieron la victoria 5-3, e incluso uno de los jugadores se permitió fallar un gol a puerta vacía como burla.
Lo que esperaba a los jugadores era predecible: palizas, encierros, fusilamientos…
Esta inspiradora historia ha dado lugar a varias películas, entre ellas «Victory» protagonizada por Sylvester Stallone, Michael Caine y Pelé.