Es otra leyenda urbana. Está muy extendida la creencia de que el pelo y las uñas siguen creciendo después de morir. En el fallecimiento todas la células, incluidas las del pelo y las uñas, mueren, por lo que es biológicamente imposible que puedan seguir creciendo. Además si crecieran sería prácticamente inapreciables por el ojo humano. Las uñas crecen unos 0,01 milímetros al día (unos 4 milímetros al mes), por lo que habría que esperar durante varios días (al menos hasta diez) para apreciar su crecimiento. La razón de la leyenda es que tras fallecer alguien, la piel y la carne humana del cadáver se deshidratan y encogen. Esa apariencia de que han crecido las uñas y el pelo es errónea, ya que tan sólo ha encogido la piel y la carne que las rodea.
Fuente: El Tamiz – El mito del crecimiento del pelo y las uñas