La idea de infinito puede resultar muy complicada de entender y de utilizar, pero por otro lado, constituye una herramienta muy útil en cualquier campo científico que precise del uso de las matemáticas. Y esto, a pesar de que en la naturaleza nada puede alcanzar un valor infinito.
La parte mala de infinito, es que si nos da por creer que el infinito existe, se pueden encontrar paradojas o situaciones sin sentido . El matemático Georg Cantor, consiguió describir 4 de estas paradojas y posteriormente, otro matemático, David Hilbert, las hizo famosas explicándolas con la ayuda de un hotel cuyo número de habitaciones era precisamente, infinito. Una de ellas es la que viene a continuación.
En el hotel infinito de Hilbert, por muy alto que sea el número de una habitación, siempre hay una habitación con el número siguiente… siempre, porque hay infinitas habitaciones, no acaban nunca. Un día, llegó un nuevo huesped, pero el hotel estaba completo, y para solucionarlo, el recepcionista comunicó a todos los clientes que debían pasarse a la habitación siguiente (la que tenga el número siguiente a la suya). Cuando todos se hubieron cambiado, el recepcionista ofreció al nuevo inquilino la habitación 1, que ahora estaba vacia. Así pues, infinito más uno, sigue siendo infinito, ¿raro?