El héroe engañado del Titanic

Cuando el 15 de abril de 1912 el barco más famoso de la historia comenzó a hundirse, el diputado mexicano, Manuel Uruchurtu Ramírez, subió al bote salvavidas nº11 para salvarse de la tragedia inminente que vendría a continuación. Cuando iban a echar el bote al agua, una mujer llamada Elizabeth Ramell, les rogó que le permitieran subir, diciendo que su esposo e hijo le esperaban en Nueva York, pero los oficiales se negaron a subirla. Uruchurtu conmovido, le cedió su puesto en el bote salvavidas y pidió a Elizabeth que visitara a su mujer e hijos en México, algo que haría más adelante. Lo que nunca llegó saber Manuel Uruchurtu, que moririría en el Titanic, es que Elizabeth jamás tuvo marido e hijos.

El desastre del Titanic se saldó con la muerte de 1.517 personas, y fue el peor desastre marítimo en tiempos de paz.