El gato que cumple estas dos características, es el Ashera, una raza híbrida creada por la compañía Norteamericana Lifestyle Pets. Mediante la manipulación genética han logrado este felino resultado de un gato doméstico, un leopardo asiático y un serval africano pero sin la ferocidad de los últimos, ya que es doméstico. Esto lo convierte en el felino casero más grande puesto que puede pesar hasta 15 kg. y medir un 1,50 metros de largo.

Sus características físicas son muy parecidas a las del leopardo, como el pelaje o las orejas puntiagudas. Sin embargo y a pesar de ser una raza “artificial”, el Ashera tiene el carácter de un gato común, así como sus sentimientos y necesidades. Aunque una diferencia obvia es su necesidad de alimento, mayor que la de un gato doméstico.

Es el más caro porque su “producción” es limitada, así lo ha marcado la compañía para mantener su exclusividad, creando en torno a cien ejemplares al año, obviamente no pueden procrear porque son estériles. Hay hasta cuatro tipos de Ashera con precios que oscilan desde los 20 mil hasta los 95 mil euros. La lista de espera para conseguir uno es de hasta un año.