Si alguien dijese de ti, que «tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo«, ¿crees que habría acertado?. Mucha gente diría que sí, y esto se conoce como efecto Forer, o también como efecto de validacion subjetiva o efecto Barnum.

Bertram Forer fue un psicólogo norteamericano, que en 1948 realizó un experimento con sus alumnos. Primero les hizo responder a un test de personalidad, después les entregó los resultados y les pidió que lo evaluasen. Cada alumno lo valoró de 0 a 5, donde cinco era «excelente» y cero era «muy pobre». Pero lo que los estudiantes no sabían, era que esos resultados se habían redactado sin tener en cuenta sus respuestas. El resultado sorprendentemente, fue un promedio de 4.26, muy por encima de lo esperado.

Forer encontró que las personas tienden a aceptar como buenas, las descripciones de personalidad que creen que se han hecho para ellas, pero que en realidad son generales y vagas. Esto funciona sobre todo si confían en la autoridad del evaluador, y más aún si se destacan principalmente atributos positivos. En este efecto se basan muchas pseudociencias como la astrología, el tarot, lectura de manos, etc.