Se dice que los elefantes son capaces de saber cuándo van a morir, y cuando ése momento está cerca, se dirigen a un lugar secreto que solo ellos conocen, donde pasan plácidamente sus últimos momentos y se abandonan a la muerte rodeado de los huesos de cientos de otros elefantes. Esta idea, aunque muy romántica, y promovida por películas como «Tarzán de los monos» o «El rey león», es tan solo un mito.
Es cierto que en África hay lugares donde se han encontrado grupos de varios esqueletos de elefantes juntos, pero el motivo puede ser algo más racional. Por ejemplo, cuando los cráneos carecen de los colmillos de marfil, es posible que se haya tratado de una cacería masiva por cazadores furtivos. Pero según las investigaciones del biólogo Rupert Sheldrake, la explicación podría estar relacionada con la malnutrición.
Según Sheldrake, cuando un elefante está malnutrido, suele buscar fuentes de agua para sentirse mejor y poder alimentarse de la vegetación cercana. Sin embargo, aunque esta reacción es instintiva, no siempre funciona, y el elefante acaba muriendo allí, donde otros también lo hicieron por el mismo motivo. De esta forma se crea un cementerio de elefantes sin el ingrediente de lo sobrenatural.