H.H. Holmes fue, además de un estafador, el primer asesino en serie de la historia de Estados Unidos. Antes de ser ejecutado confesó 27 crímenes, pero pudo haber asesinado a más de 200 personas.
Nació en New Hampshire en 1861, en el seno de una familia puritana. La fascinación que sentía por los cadáveres durante su juventud, hizo que estudiara medicina y tener acceso a cuerpos recién fallecidos. Durante un tiempo, sedujo a mujeres adineradas a las que estafó para reunir dinero y construir un macabro hotel, al que la prensa llamaría posteriormente, el castillo del terror de H.H. Holmes.
En 1893 se estaba celebrando la Exposición Universal de Chicago, acontecimiento que reunía en la ciudad a millones de personas y a muchas mujeres ricas. Por lo que construyó un hotel con aspecto de castillo medieval. Un hotel trampa repleto de pasadizos y escaleras ocultas. En muchas habitaciones instaló unas cañerías donde podía gasear a sus víctimas, un quirófano donde realizaba autopsias y un calabozo con instrumentos de tortura, entre los que destacaba uno que hacía cosquillas en la planta de los pies y podía matar de risa a sus víctimas. Además hacía desparecer los cadáveres con una incineradora situada en la bodega del hotel.
Cuando intentó de nuevo realizar una estafa fue descubierto por sus asesinatos y condenado a la horca.