Tomar un café es una de las mayores excusas para sentarnos con alguien pero puede ser mucho más que el pretexto y posible solución vital por la que nos sentamos a beberlo. El café sigue siendo uno de los alimentos y bebidas más estudiadas, no obstante siempre ha estado rodeado de opiniones controvertidas, seguro que has escuchado razones negativas, como que es perjudicial, sube la tensión, etc. pero tal vez también hayas escuchado argumentos positivos, como que estimula la creatividad, te despierta, entre otros.
Las últimas noticias sobre sus efectos las ha aportado Michel Lucas, director del estudio llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston (EEUU), que apunta a que la cafeína actúa como un antidepresivo incrementando la producción cerebral de serotonina. Este nutricionista examinó si existía relación entre el consumo de café y el número de suicidios, estudiando a 200.000 personas, cuyos hábitos alimenticios fueron seguidos durante un período de 16 años. En este tiempo 277 personas del total se suicidaron. Los cuestionarios realizados cada cuatro años revelaban que aquellos que habían acabado con su vida solían beber, de media, menos café.
También en la misma escuela, el doctor A. Ascherio llevó a cabo una investigación, durante 20 años, sobre casi 51.000 mujeres participantes. Entre 1996 y 2006, las mujeres proporcionaron información de su consumo de cafeína cada dos años, incluyendo factores como el peso, salud en general, entre otros. El resultado es que las mujeres que regularmente bebían café tenían un menor riesgo de depresión (un 20% menos) que las mujeres que se abstuvieron, y el riesgo fue dosis-dependiente. Es decir, la probabilidad de depresión se redujo con cada taza adicional de café, en este caso hasta un máximo de seis tazas al día. La cantidad ideal es entre dos y cuatro tazas al día.
¿Cuántos cafés tomas al día? ¿Cómo te afecta tomar café?