El oso hormiguero o vermilingua (del latín «lengua en forma de gusano»), es un animal de alrededor de 1,20 m de longitud (sin contar la cola) y unos 40 kg que se ha especializado en comer hormigas y termitas. Esto lo hace gracias a una pegajosa lengua que puede alcanzar una longitud de 60 cm (la mitad de su cuerpo).
El oso hormiguero es esencialmente nocturno y puede comer al día 35000 de estos insectos. Si los colocásemos uno detrás de otro alrededor de un campo de fútbol, la fila daría más de una vuelta.