Desde los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912 hasta los de Londres en 1948, compartieron protagonismo las competencias deportivas con las competencias artísticas. Éstas incluían las categorías de arquitectura, literatura, música, pintura y escultura. Debían presentarse trabajos artísticos donde el deporte fuera el protagonista.
Pierre de Coubertin, veía así realizado su sueño de premiar en los JJ.OO a esas mentes y cuerpos sanos. En los JJ.OO de Estocolmo, no obstante fue un fracaso la participación y sólo participaron 35 artistas, a los cuales a todos se les entregó la medalla de oro. Dejó de realizarse en los JJ.OO de Londres´48 por la exigencia de que los participantes fueran artistas profesionales.
En la actualidad la normativa solicita que la ciudad organizadora de los JJ.OO incluya y promueva eventos culturales durante la celebración de los Juegos.
