Miguel de Cervantes Saavedra era también conocido como el manco de Lepanto, por haber perdido el brazo en la épica Batalla de Lepanto. Esta batalla, fue un combate naval dentro de las guerras Habsburgo-otomanas que enfrentaba a los turcos otomanos contra una coalición cristiana de varios paises (entre ellos España), y ocurrida en el golfo de Lepanto (ahora llamado golfo de Corinto).
En esta batalla, Cervates estaba muy enfermo con fiebre y le recomendaron que se quedase en la cámara de la galera, pero él prefirió luchar y eso le valió un ascenso y dos disparos de arcabuz, uno en el pecho y otro en la mano. Por suerte, las heridas no fueron muy graves y 6 meses después pudo continuar su carrera militar.
Sin embargo hay que decir que el famoso manco de lepanto no era tal. El disparo que recibió en el brazo solamente le seccionó un nervio y se lo dejó inutilizable, pero realmente nunca lo perdió.