Un gran edificio de cristal con un tamaño de dos campos y medio de fútbol acoge el proyecto Biosfera 2, pensado para formar un ecosistema artificial cerrado. Situado en Arizona (EE.UU.) fue construido entre 1987 y 1991, y diseñado para comprender la complejidad de relaciones producidas en un ecosistema. Sin olvidar los estudios para ver si es posible una biosfera cerrada en otros planetas explorados así como la manipulación de una biosfera sin dañar la Tierra.
Su naturaleza hermética ha permitido a los científicos manipular los elementos del aire, el agua y la tierra contenida en ella. Incluso un equipo médico ha seguido la evolución de pequeñas colonias humanas. En su interior había una selva, un manglar, tierras cultivables, una sabana, un desierto, un océano con un arrecife de coral y ciertas instalaciones técnicas bajo tierra. La energía eléctrica la proporcionaba una central de gas natural mientras que la calefacción y agua fría se suministraban por sistemas de tuberías independientes.
Biosfera 2 ha obtenido escasas conclusiones que se espera sirvan en el futuro, pero también ha obtenido críticas por parte de científicos y otros especialistas.