Existe una duda sobre si el consumo de cerveza hace que la panza nos crezca de forma especial. Incluso existe el término «barriga cervecera» para referirnos a ella, y si buscamos por internet podemos encontrar información detallada sobre cómo evitarla, o cómo deshacernos de ella. Ante todo esto, ¿existe realmente?, ¿debería investigarse? No hace falta, porque un instituto alemán ya lo hizo en 2009, y obtuvo una respuesta.
Para el estudio, se hizo un análisis de los hábitos alimenticios de 7000 hombres y 13000 mujeres, entre los que había gente de todo tipo, desde los que bebían menos de una cerveza diaria, a los que bebían más de un litro.
Los resultados están recogidos en el artículo «Beer consumption and the ‘beer belly’: scientific basis or common belief?» (El consumo de cerveza y la ‘barriga cervecera’: ¿hay base científica o es una creencia social?). Y simplificado sería: «La cerveza engorda, pero todo el cuerpo a la vez. No hay evidencias sobre una correlación entre el consumo de cerveza y el aumento del tamaño de la tripa en comparación con el del resto del cuerpo«. Así pues, la conclusión es que la llamada «barriga cervecera» no la causa la cerveza.